Adrianistán

Construye un Renault 4

25/04/2020

El Renault 4 fue un coche tremendamente popular y rentable para la empresa francesa Renault. A día de hoy ya no se fabrica, pero muchas lecciones sobre su diseño se pueden tener en cuenta y ayudarnos a construir nuestro Renault 4 personal, pero en software.

Historia del Renault 4

El Renault 4 se presentó en 1961 en el salón de Frankfurt con la intención de ser el coche más práctico jamás diseñado. Toma muchas ideas del Citröen 2CV, que habiendo sido diseñado antes de la Segunda Guerra Mundial, seguía siendo un coche extremadamente popular. Fue un coche innovador a la vez práctico y económico, gracias a un diseño industrial muy bien logrado. Se vendió en más de 100 países y se mantuvo su producción hasta 1994 en Marruecos y Eslovenia, por lo que estuvo en el mercado unos 33 años (algo impensable hoy en día). Fue tan popular que en España se le llamó cariñosamente cuatro latas y en Argentina, la renoleta. Mucha gente lo ha comparado con los pantalones vaqueros por su flexibilidad.

Fue el primer coche de Renault en tener el motor en la parte delantera y el primero con tracción delantera. Históricamente los coches en ese momento llevaban el motor atrás, aunque Mini había demostrado que se podía perfectamente poner el motor delante sin problema. Fue tal el éxito que hoy en día la mayoría de coches son así y en el caso concreto de Renault, nunca han vuelto a hacer coches que no cumpliesen estos dos puntos.

También fue el primer coche de la historia en tener cinco puertas, es decir, el maletero trasero compartiendo el mismo compartimento que las personas. Además fue el primer coche que incorporaba la función de que los asientos traseros se pudiesen echar atrás para ampliar el espacio del maletero (ya muy amplio de por sí).

Aunque sin duda, la mayor curiosidad del diseño industrial del Renault 4 se encuentra en el eje trasero, donde la distancia entre ejes es diferente a un lado y a otro del coche, teniendo 5 cm más en el lado derecho. Esto es ya que la suspensión se diseño con barras de torsión que son unas barras en forma de L, pero son demasiado largas y no se pueden poner una enfrente de la otra porque chocan. Así pues, se pone una ligeramente delante de otra para que la suspensión entre. De este modo, se consigue que una buena suspensión sin perder espacio interior en el maletero. Además, todas las piezas de la chapa están atornilladas, por lo que se pueden reemplazar por otras fácilmente.

Además de esto, el Renault 4 tenía unos ángulos de entrada y salida de las ruedas muy buenos y una altura sobre el suelo de 27 cm, lo que efectivamente lo convertía en un coche perfecto para ir por el campo. Estamos ante un coche que es a la vez un compacto, un familiar y un todoterreno (sin tener tracción a las cuatro ruedas eso sí).

Las versiones originales llevaban un motor de entre 23 y 32 CV, este último motor proporcionaba una velocidad bastante elevada para la época, de 115 km/h con un consumo de 6L a los 100. Esto era gracias a su reducido peso, solo 660 kg. Este consumo logró ser muy competitivo durante muchos años con otros vehículos similares. Además es bastante corto y estrecho para los estándares actuales.

Una de las cosas más llamativas del coche es su interior, donde brilla la simplicidad máxima. El interior usa la misma pieza como tirador que para el propio bloqueo de la puerta. No tiene ventanilla vertical, solo una pestaña horizontal. El cuadro de mandos solo indica la velocidad y la cantidad de gasolina que queda. Tampoco existe palanca de cambios, sino una varilla que se conecta directamente a la caja de cambios.

Originalmente el coche permitía arrancar con manivela por si la batería fallaba, aunque este detalle se eliminó en versiones posteriores.

Los prototipos del coche recorrieron gran cantidad de kilómetros por territorios inhóspitos como montañas nevadas o desiertos, sin olvidar la carretera y la ciudad.

Sin embargo, el coche fue bastante criticado. Se decía que no aislaba del sonido, que era feo con la chapa directamente expuesta, que no era estable, etc. El tiempo finalmente le dio la razón

¿Qué podemos aprender en el software?

No hay que tener miedo a utilizar soluciones tecnológicas que son minoritarias en el mercado (por ejemplo el motor delantero). Pero más importante, primero hay que conocer bien estas alternativas y como están funcionando. Por ello es vital conocer y analizar el mercado a fondo, realizar una investigación exhaustiva, incluyendo productos que a priori no son tu competencia (Mini).

La mejor pieza es aquella que ha podido ser eliminada. Esta fue una máxima que impera en todo el coche, para ganar espacio, ahorrar costo y tener mayor fiabilidad. En el software ocurre lo mismo, menos es más. Tenemos que buscar código que sea lo más simple posible, pero sin dejar de cumplir los requisitos.

Tests desde el primer momento. Los Renault 4 recorrieron miles de kilómetros antes de salir al mercado, para validar que las ideas eran correctas desde el principio. Cuando salió, el Renault 4 no era el coche perfecto, pero era suficientemente bueno.

La mejora continua. El Renault 4 tuvo muchas variaciones que fue mejorando poco a poco. Aunque de partida fue buen coche, con los años fue mejorando, aumentando la potencia de los motores

Usa componentes fácilmente reemplazables. El Renault 4 tenía fama de fiable y no solo era por su simple pero efectiva mecánica sino porque muchas piezas eran fácilmente sustituibles. En el software deberíamos buscar justamente eso, código fácilmente actualizable para solventar fallos y que no requieran un gran conocimiento del resto del sistema.

El Renault 4 era un coche flexible, tenía gran cantidad de usos. De hecho, con ligeras modificaciones también sirvió para competiciones de motor, quedando en muy buenos puestos en el rally Dakar. El software

El Renault 4 era un coche económico. A parte de ser barato al comprarlo, tampoco consumía mucha gasolina. En el software deberíamos no solo procurar precios asequibles de compra (si aplica) sino un consumo de recursos bajo, no gastar más memoria o ciclos si no está justificado. También debemos considerar el costo de aprender a usar un programa. Los programas deben ser lo más autodescriptivos posibles y permitir la exploración sin riesgo para aprender a usar más funcionalidades poco a poco.

Tags: programacion ensayo filosofia motivacion