Adrianistán

Comentario de un viaje a Taiwán

03/09/2025

Este año he estado de vacaciones en Taiwán en un voluntariado en Taichung. Ha sido un viaje muy fructífero y por ello me gustaría dejar algunos comentarios al respecto.

¿Por qué fui a Taiwán?

Todo empezó en marzo de 2025 ya que en ese mes suelen salir las solicitudes de campos de trabajo internacionales. Hace dos años yo ya había estado en uno, concretamente en Tende, una pequeña localidad francesa en los Alpes situada cerca del Parque Nacional de Mercantour y muy cerquita de Italia y de Niza y Mónaco. Se trataba de una mina de plata, explotada desde la Edad Media hasta casi la Segunda Guerra Mundial. En un paisaje idílico, rodeados de árboles enormes y marmotas, todos los días nos sumergíamos a las profundidades de la montaña para mejorar el interior de la mina y hacerla visitable para turistas.

Este año había estudiado mi primer año de chino en la Escuela de Idiomas y aunque es un nivel muy bajo, sentía curiosidad de ver la cultura china. Es ahí cuando vi que en el listado de países que ofrecían campos de trabajo estaba Taiwan. Tenía dudas. Es cierto que en Taiwan se habla chino, mandarín concretamente que es el dialecto al que solemos referirnos al hablar de chino en Europa. Pero también era cierto que mi nivel no era todavía muy bueno. Y además en Taiwan se usan caracteres tradicionales, cuando en clase he estudiado los simplificados, los cuales se usan en China continental. Aun así decido dar el paso. Puedo permitirme el viaje, no tengo otros compromisos y no será una visita de turisteo normal sino que estaré con gente de allí y me integraré un poco en su cultura. El campo de trabajo no ofrecía mucha información sobre las tareas a realizar aunque tenían pinta de ser sociales, organizando actividades.

El viaje

Era la primera que salía de Europa y nunca había tenido un vuelo tan largo por delante. Fui con Turkish Airlines y todo fue bastante bien.

Tuve problemas para llegar al aeropuerto de Madrid ya que nuestro bus de ALSA perdió el retrovisor en un accidente y no nos podía llevar al aeropuerto. Aunque ALSA nos prometió un bus en 15 minutos, hubo gente que se fue en taxi y gente que protestó. Finalmente wel bus llegó y yo que tenía margen pude llegar a tiempo.

Volaba primero a Estambúl y luego a Taipei. El primer vuelo son cuatro horas, que se pasan rápido con las películas y la comida (la cuál está bastante buena, por lo menos en Turkish). En Estambúl me sorprendió la cantidad de destinos del aeropuerto, como Kabul, donde me quedé un rato observando la gente que cogía ese vuelo. Vi los primeros mensajes escritos en chino como las fuentes de agua. Y me sorprendió que me pareció un aeropuerto más caro incluso que Madrid y que usaba euros, a pesar de la lira turca. Supongo que la depreciación de la lira no lo hace muy rentable.

El vuelo a Taipei son 11 horas y cogí el vuelo con la intención de que de Estambúl saliese por la noche. Un avión grande, un Boeing 777. Creo que lo sorprendente no es solo lo ancho que es sino lo largo que es porque como está dividido en zonas, desde el asiento solo ves una pequeña parte del avión. Pero al salir de repente aprecias la cantidad de filas y filas de asientos que hay. Aparte de la cena, el desayuno y los tés correspondientes en estos vuelos te dan un neceser con calcetines, pantuflas, cepillo de dientes, cascos, antifaz, tapones de oídos y tienes a tu disposición manta y cojín.

Una vez en el aeropuerto cogí un bus hacia Taichung que era donde estaba el albergue que había reservado. Aquí pude decir mis primeras frases en chino (你們也去臺中嗎?). El viaje dura unas dos horas.

Documentación

Los ciudadanos españoles no necesitamos visado para entrar en Taiwán. No obstante, hay dos cosas que hacer al llegar. La primera es el control de productos cárnicos. No se puede llevar jamón o fuet. Además según el origen de tu vuelo te darán un papel rojo o verde para ir por la cola donde se hacen inspecciones o la que se lo salta. La verdad es que había una lista publicada pero España no estaba por ningún lado. Me dieron el verde por venir de Turquía aunque hubiese hecho escala. Francia iba por el verde y Alemania iba por el rojo, así que no sé España en qué lado hubiese estado.

Aunque no se pida visado para estancias inferiores a 90 días, hay que rellenar una Arrival Card antes de pasar por el agente de fronteras. Se puede hacer unos días antes de entrar al país, pero se puede rellenar allí. En ambos casos es online. Yo llevaba eSIM de Nomad y no tuve problemas en conectarme al Internet de allí durante toda mi estancia.

Una vez te han puesto el sello es recomendable comprar una tarjeta EasyCard. La EasyCard es una tarjeta muy útil en Taiwan. Es una tarjeta prepago anónima que te sirve para pagar en algunos comercios, pero lo más interesante es que sirve para trenes, metro, bicicletas y autobuses por todo el país. Me dan a elegir el diseño entre varios modelos. Elijo el oso de la luna bebiendo bubble tea con el Taipei 101 de fondo. ¡Todo muy taiwanés! El oso de la luna u oso negro de Taiwan es un especie de oso endémica de la isla. El bubble tea es una bebida que incorpora té y leche con bolitas negras de tapioca. Es un invento de los años 80 en Taiwan, concretamente en Taichung, y recientemente ha llegado a Europa. Por otro lado el Taipei 101 es un rascacielos de 508 metros de altura, que fue el edificio más alto del mundo hasta la construcción del Burj Khalifa en Dubai.

También es recomendable sacar dinero en efectivo. Fui con varias tarjetas, entre ellas una que no cobraba comisión al sacar en cajero: Revolut. Funcionó perfectamente en el aeropuerto. En Taiwán se paga bastante en efectivo, sobre todo en tiendas pequeñas. El segundo método de pago más común es LINE Pay, que funciona con la aplicación de LINE. Una app de mensajería muy popular en Japón y Taiwán. También se puede pagar con EasyCard como he mencionado antes. Y por último, las tarjetas de VISA o MasterCard pueden funcionar aunque no verás muchos carteles de ellas.

El voluntariado

El voluntariado lo organizaba VYA, una organización de Taiwán. Nuestro anfitrión era Mr. Li, un señor que tenía una academia en Wuqi. Su mujer Sophia y sus hijos le ayudaban a llevar la academia. Además gestionaba el centro comunitario de Wuqi. Tuvimos una monitora llamada Josephine, más o menos de mi edad, con buen nivel de inglés. Posteriormente tuvimos un monitor llamado Hans, un profesor de primaria, mucho más caótico y con peor nivel de inglés.

Me acompañaban tres chicas: Martina, Celeste y Ha, de Mallorca, Aguascalientes y Vietnam respectivamente. Hubo unos cuantos días que nos acompañaron los hijos de una profesora de inglés de la academia: Mario y Rainy.

¿Qué hacíamos? Casi todos los días antes de comer, ayudábamos a empaquetar la comida del centro comunitario. En el centro comunitario había una cocina y señoras mayores (algunas muy mayores) se dedicaban a cocinar. La comida luego se empaquetaba y se repartía. La comida solían ser cajas de cartón, la mitad de arroz y la otra mitad de cosas con sabor: pollo frito, salchichas, tortilla, espinacas, cacahuetes, tofu, higos, etc El día que venía la Fundación Tzu Chi, fundación budista, era vegetariano. También solía haber sopa.

Luego ya cada día era variado. Preparamos una actividad donde enseñábamos cosas de nuestros países y la hicimos para varios grupos de niños de la academia. Un día también la hicimos por la mañana para los señores mayores.

Otro día acompañamos a los mayores mientras hacían sus actividades de estiramientos y bailes diarios y otro día con las manualidades que trajo la fundación Tzu Chi para ellos.

Otro día preparamos comida tradicional de nuestros países (no faltó la tortilla de patata). Y un día hicimos unas charlas en pequeños grupos para ver si los niños se animaban a hablar en inglés con nosotros.

A veces teníamos actividades que eran interesantes para nosotros pero donde no hacíamos mucho: como la visita al museo agrícola, visitar una graduación de guardería, visitar otro grupo de voluntarios, ver el centro comercial, …

Yo muchas veces disfrutaba más los ratos de espera en la academia en la que los niños estaban esperando a que les recogiesen sus padres y podía hablar un poco con ellos.

Al final del día solíamos comentar con Josephine como había ido el día. Ella nos comentaba que algunas cosas que hacía el anfitrión no le parecían bien, parecía que usaba recursos comuntarios para su academia y que en el fondo le estábamos ayudando a Mr. Li en su academia, un negocio privado. Aunque fuese simplemente por nuestra presencia para dar imagen. También que realmente no estábamos haciendo muchas cosas de verdad. Hans llegó más tarde pero desde que llegó por las noches hablaba largo y tendido con Josephine como de algo serio.

El domingo era el día libre. Josephine me preguntó que a qué hora me iba despetar mañana (dormíamos en la misma habitación). Cuando me desperté ya no estaba pero en teoría ese día no teníamos monitor. Sin embargo era extraño. Por la tarde hubo lluvia muy fuerte provocada por un tifón, Hans escribió en el grupo de WhatsApp preguntando por nosotros. Pero Josephine nunca lo leyó. El lunes hicimos actividades pero no vimos a Josephine. Pregunté a Hans y me dijo que se había puesto mala y que no iba a volver. Y justo después de preguntar ya dio la explicación en público. Mi teoría es que Josephine se marchó porque no quería participar en esto que le parecía mal. Pero nadie me lo ha podido confirmar.

Antes he comentado que dormía con Josephine. Esto era porque dormíamos en la propia academia, sobre una especie de colchones plegables con lamas de bambú arriba. El aire acondicionado de la sala donde originalmente nos querían dejar no funcionaba. Y el calor era insoportable. Abajo había clases con pupitres pero por la noche podíamos moverlos y bajar las camas y dormir allí con aire que funcionaba. Esto hicimos Hans, Josephine y yo. Es decir, los propios taiwaneses necesitaban el aire acondicionado. Es cierto que era molesto tener que estar todos los días montando y desmontando la clase, pero era necesario.

Tainan - 臺南

El último día, tras una sección de feedback y con toda la maleta hecha me dirigí a la estación de tren de Shalu. Desde allí tomé trenes locales hasta llegar a Tainan, una ciudad ubicada al sur de la isla. Esta ciudad tiene el mérito de ser la ciudad más antigua de Taiwán. Además es una ciudad relativamente alejada de la capital actual, Taipei, por lo que no es tan turística. Posee multitud de templos y un urbanismo no tan occidental como Taipei. Aún así, sigue siendo una ciudad que puede parecernos industrial.

En Tainan hay varios monumentos. En primer lugar está el distrito de Anping. Este distrito es donde nace literalmente Taiwán. La isla de Taiwán o de Formosa, nombre que le dieron los portugueses estaba habitada pero no por chinos sino por aborígenes. Tribus originarias de la isla que habían tenido poco contacto con el exterior. En el siglo XVIII, España y Holanda intentan establecer bases en la isla para comerciar con ellos. La de Holanda se ubica en el actual Anping y se llama Fuerte Zelandia. A la zona la llama Taoian. No obstante, los chinos liderados por Koxinga son conscientes de estos movimientos y eventualmente se lanzarán a conquistar la isla, expulsando a los europeos, que por otro lado no estaban demasiado establecidos.

Existen restos arqueológicos del Fuerte Zelandia original, aunque lo más visible es una reconstrucción japonesa posterior. Allí también hay algunas calles estrechas originales de la ciudad holandesa. Es típico en esta zona tener leones con una espada en la boca en las puertas de las casas. Mi visita fue muy interesante ya que el guía, un señor mayor, nada más verme quiso que me quedase en su grupo, a pesar de que su nivel de inglés no era muy bueno. Pero creo que le hacía ilusión poderle explicarle cosas a alguien de fuera.

Cerca se ubica un destructor de la marina de Taiwán que es visitable. Quizá lo más sorprendente de este destructor, vendido por EEUU, es que se encuentra decorado con estatuas y dibujos de series de anime. Por lo que se ve, van rotando. Además durante la visita se pueden ir recogiendo los sellos de la serie que toque en cada momento.

También cerca de Fuerte Zelandia hay un gran templo de Matsu.

Yéndonos a la zona actualmente más habitada, distritos centro y oeste, podemos encontrar muchas templos. Quizá uno de los más interesantes es el templo de Confucio, el primero que se abrió en Taiwán. Estos templos eran una especie de escuelas de las enseñanzas de Confucio. En este además, todos los emperadores Qing y posteriormente los presidentes de la República de China han depositado sus respetos con sendos postes.

Cerca se ubica el santuario de Koxinga, un templo dedicado a este pirata que trajo a la etnia han a Taiwán.

Otros templos interesantes son el templo taoísta de Tiantan Tiangong, el templo de Beiji, el Sacrificial Rites Martial Temple, el templo de Matsu y los templos de Avalokitesvara y Sacrificial Rites Xingji Temple (uno al lado del otro).

Aunque lo mejor es dejarse llevar, sin rumbo fijo por la ciudad entrando por las callejuelas. Así fue como descubrí la fiesta de los muertos, un día paseando sin rumbo demasiado fijo. Empecé a ver calles y avenidas llenas de ofrendas de todo tipo (juguetes, comida, cerveza, dinero falso, …), rezos, multitud de conciertos en paralelo, fuegos artificiales y más. Fue una experiencia tan sorprendente que no quería irme de allí hasta que no acabase todo. Y tuve que volver al albergue de memoria.

Kaohsiung - 高雄

Esta ciudad está un poco más al sur y es más grande y moderna. Fui y volví en el día en tren y la verdad es que fue un día muy malo. Estuve mucho tiempo parado sin hacer nada por la lluvia. No tiene muchos monumentos. Existe una estación de metro con una vidriera impresionante y un lago sobre el que han construido pagodas (la del tigre y el dragón), un buda gigante, etc Aunque es todo bastante moderno.

Taipei - 臺北

Taipei es la capital, aunque no es una ciudad excesivamente grande. De hecho no es la ciudad más poblada de Taiwán aunque su área metropolitana sí que es lo más habitado de Taiwán. Es una ciudad moderna y más occidental que las demás.

En Taipei hay varios templos interesantes: el de Longshan, el de Dalongdong, el de Confucio y el de Xingtian por mencionar unos. El de Confucio no es tan interesante a nivel histórico como el de Tainan pero tiene muy buenas explicaciones de las enseñanzas de Confucio, con secciones dedicadas a la caligrafía, la matemática (¿sabías que ya ellos conocían el que nosotros llamamos teorema de Pitágoras?), montar a carro, …

Cerca del río están los antiguos muelles de Dadaocheng, un sitio chulo para ver la puesta de sol. Allí estuve cenando con Claire y Leila.

Otros monumentos más políticos serían el mausoleo a Chiang Kai Sek y el memorial a Sun Yat Sen. Cerca de este último se ubica el Taipei 101, rascacielos que ya he comentado.

En el apartado museos, Taipei tiene los más importantes. El Museo Nacional del Palacio es un emblema de la cultura china. La República de China llevó allí multitud de tesoros para que la República Popular de China no se quedara con ellos. Podemos ver los calderos de bronce, que son algunos de los primeros sitios donde vemos escritura china. Esculturas de jade, mobiliario de la dinastía Qing. Durante mi visita había una exposición dedicada al Go y a otros juegos de mesa chinos sumamente interesante. También visité el museo ferroviario.

En Taipei existen también muchos mercados callejeros y calles gremiales (llegué a pasar por una calle que todo era gente vendiendo aves, ya fuesen patos, gallinas o cotorras) pero caminar por Taipei no es muy cómodo, ya no solo por el clima sino que los pasos de cebra son muy lentos. Existen incluso centros comerciales subterráneos como el Taipei City Mall, que es muy interesante si te gusta el mundo de los videojuegos. Cuando llegué allí me sorprendió ver la cantidad de anuncios de videojuegos que había, muchos de ellos no los conocía por ser japoneses y no tan populares en Europa.

Transporte

El medio de transporte más popular en Taiwán es la motocicleta. La usan para todo. De hecho en los mercadillos de fruta y verdura tradicionales la gente suele ir en moto y ya si van a comprar se bajan de la moto. Puede parecer peligroso y de primeras sorprende la cantidad de gente que vas a ver pasar un moto al ponerse un semáforo en verde pero lo cierto es que no conducen mal y son bastante respetuosos con las normas.

También hay bastantes coches, aunque ciertamente es un artículo más de lujo. Las marcas más comunes son japonesas, coreanas, taiwanesas y alemanas. Toyota, Lexus, Mitsubishi, Subaru, Hyundai, Luxgen, CMC, Audi, BMW, Mercedes y Porsche. Lo cierto es que mucha gente que tiene coche tiene un buen coche ya que en esta cultura tener un coche lujoso es importante.

Existe un sistema de préstamo de bicicletas en todo el país y también se suelen ver bicis aunque en unas zonas más que en otras.

Las ciudades de Taipei, Taichung, Taoyuan y Kaohsiung tienen metro. El metro de Taipei está muy bien diseñado. Los trenes son extremadamente anchos por lo que se entra sin problemas. El acceso a los trenes es mediante puertas externas y existen marcas para que la gente haga cola: y la gente hace cola en esos sitios marcados. La mayoría de estaciones son un andén grande en el centro, con las vías en los laterales. En estaciones con varias líneas, normalmente la vía que pasa enfrente es de otra línea con la que es frecuente hacer transbordo, para no tener que subir ni bajar.

El. metro de Taoyuan es básicamente un acceso al aeropuerto y prácticamente todo el rato va sobre viaducto en el exterior. Es impresionante lo alto que se eleva el metro pasando sobre cruces de autovías y con tramos adentrándose por las montañas.

Para desplazamientos de larga distancia se puede usar el tren de TRA o el tren de alta velocidad (HSR). El tren de TRA cubre buena parte de la isla y de hecho es posible dar la vuelta entera. Es ideal si quieres llegar al centro de las ciudades. Hay trenes más rápidos y más lentos, dependiendo de las paradas que hagan, aunque ninguno supera los 120km/h. Estos trenes tienen una ancho de via especial, de 1067 mm y existen trenes con reserva y sin reserva. Hay que tener cuidado, ya que en mi caso intenté entrar en uno con reserva sin tener la reserva y no pude entrar. El precio es similar a trayectos parecidos en España.

Por otro lado el HSR es un tren basado en el Shinkansen japonés que llega a los 300 km/h. Solo opera en el lado oeste de la isla y en muchas ciudades las estaciones están ubicadas lejos del centro. Aunque estuve tentado, no llegué a coger este tren que era más caro y te dejaba en las afueras. Pero realmente es una buena opción si tienes poco tiempo. Sale un tren cada 10 minutos aproximadamente del norte al sur de la isla y viceversa.

Por último, los autobuses son muy comunes. Los de larga distancia como el que cogí para ir del aeropuerto a Taichung, son bastante cómodos aunque con una decoración un poco hortera. Buses urbanos hay bastantes y puede ser confuso cogerlos. Por lo general se pica al entrar, escuchas 上車, y se pica al salir, se escucha 下車.

El centro comunitario

El centro comunitario de Wuqi es un sitio donde los mayores acuden por las mañanas para mantenerse activos. Allí les toman la tensión, cantan karaoke, hacen estiramientos y manualidades y reciben charlas. Es muy común en estos centros encontrar tiras rojas con nombres pegadas a la pared: se trata de gente que ha donado al centro. También dispone de cocina, donde unas señoras mayores preparaban la comida que luego empaquetábamos.

Mientras estuvimos allí, un templo cercano donó paquetes con comida, que nosotros como voluntarios tuvimos que ordenar. Entre las cajas había dulces como shachima, aceite de cacahuete, vino de arroz, fideos de varios tipos, tés, snacks y mucho más.

El centro estaba muy cerca de la academia, a una manzana de distancia. Pero casi nunca la hicimos por fuera. Casi siempre pasábamos a través de un párking de motocicletas son entrada y salida por los dos lados. De esa forma no nos daba el sol.

Ocio

En general el ocio no es muy distinto al que pueda tener una persona aquí. Comentaba con unas chicas que habían estado viendo la película de F1 y como se habían informado antes de verla ya que el gran circo no es tan popular allí. El deporte más popular es el beisbol y podías ver a gente mayor viendo partidos por la TV así como a los jugadores promocionando cosas (y las animadoras también).

Existen salones recreativos con máquinas bastante modernas y bastante variedad de juegos. Muchos de ellos son japoneses pero traducidos al chino.

En general la cultura japonesa impregna mucho del ocio. Leen mangas, ven animes, y hay mucho merchandising de franquicias japonesas como Shin Chan, Hello Kitty, mofusand, …

En general vi que la gente estaba más abierta a los videojuegos que en Europa y los juegos de móvil eran bastante populares. Por ejemplo a Mario le gustaba ver streamings de gente jugando Arena of Valor. También estaban al tanto de la nueva oleada de memes, que ellos llamaban shanhaijin extranjero (lo que aquí llamamos Italian brainrot).

Pero no por ello dejan de quedar con la gente. Muchas noches acudíamos a ver a un amigo de Mr. Li. Este señor tenía varios negocios en la calle y nos recibía en su mesa de té. Allí iba haciendo té poco a poco (de unas hojas puede sacar 6 o 7 tiradas) y te va sirviendo poco a poco en vasitos pequeños. La mesa dispone de agujeros por los que si el agua cae mientras se prepara el té no pasa nada. También nos ofreció un licor de allí, que sabía como aguardiente y la cerveza más famosa de Taiwán, la Taiwan Beer.

La educación

Hans trabajaba de profesor de primaria, aunque en sus ratos libres le gustaba hacer improvisación teatral. Decía que no era una profesión muy buena porque los padres siempre se quejaban y defendían a sus hijos. También decía que los taiwaneses eran “test machines”. Es decir, estudiaban mucho para sacar buena nota en los exámenes y ya.

La educación en esta zona de Asia es muy competitiva y todo el mundo quiere ser el mejor y sacar la mejor nota. En los últimos años antes de ir a la universidad ya prácticamente viven en el instituto. Comentaba Josephine que salía del instituto a las 22 cuando es un país en el que se cena sobre las 19. Pero incluso desde muy pequeños es normal mandar a los niños a academias (cram schools) para que sigan mejorando cuando no están en clase.

En disciplinas como el inglés, se sienten muy inseguros. Intentan no cometer errores y se vuelven muy tímidos y no se arrancan a hablar.

Claire y Leila habían acudido a un instituto experimental en Taitung donde tenían una educación diferente. Tenían tres ramas: arquitectura, teatro y cocina y se desarrollaban haciendo actividades relacionadas con eso.

La industria tecnológica

Si Taiwán es famoso en el resto del mundo es por su industria tecnológica. En el bus mientras iba del aeropuerto a Taichung me encontré con las sedes de Mediatek y Arcadyan. Estaba en la zona de Hsinchu, donde se ubica un gran parque tecnológico, donde también tienen su sede empresas como TSMC, Acer, Ralink, Zyxel o Realtek. En Taiwán también estan las sedes de empresas como Foxconn, ASUS, MSI, ADATA, BenQ, D-Link, Gigabyte, HTC o VIA.

Josephine, que había estudiado sociología, estaba ahora estudiando informática, y todos sus amigos y su novio trabajaban en Mediatek. Sin embargo me decía que era duro trabajar en esas empresas puesto que se les exigía mucho. También decía que no valoraban mucho a sus trabajadores y que en el fondo buscaban carne fresca que saliese de las universidades. En general trabajar en estas empresas no te dejaba demasiado tiempo libre.

La naturaleza

Un día decidimos ir a unos senderos cercanos a Taichung, los Dakeng trails 9 y 10. Nada más empezar hay puestos de comerciantes que venden frutas, verduras pero también ropa y material de senderismo. Lo cierto es que había muchísima gente por el sendero y durante el primer kilómetro no dejaba de haber puestos por todas partes. Según ibas subiendo los puestos desaparecían. Los senderos estaban asfaltados y eran accesibles. Es un bosque denso, con enormes bambús por todas partes y vistas sobre la gran ciudad y el resto del bosque que quitaban el aliento.

Otro día acudimos a los Gaomei Wetlands a ver la puesta de sol. Es un sitio popular para ir y hacerse fotos cerca del mar. Este fue el único momento en el que toqué el mar en todo mi viaje a Taiwán. Allí la cultura de playa no es como en Europa. Interesante ver como los molinos de viento se han integrado en el paisaje.

La gastronomía

Empecemos por lo fácil, lo que no me gustó. No me gustó el stinky tofu, un tipo de tofu frito que huele fatal y tampoco sabe mucho mejor. A los niños tampoco les suele gustar y con el tiempo le van desarrollando el gusto.

Las comidas típicas serían las famosas cajas de arroz con acompañamiento, los fideos y las sopas. También existe una gran variedad de productos de cerdo. Llegué a ver torreznos, oreja de cerdo y morcilla. También Taiwán al ser una isla tiene una gran variedad de mariscos: calamares, mejillones, ostras, almejas, navajas, … El pollo frito o los dumplings también son populares. Pero la variedad es inmensa y te puedes sorprender con cosas como los huevos cocidos negros (huevos sumergidos en salsa de soja múltiples veces).

En Taiwán son muy populares los night market o mercados nocturnos. Durante ciertas noches en lugares específicos se juntan un montón de puestos callejeros con comida muy variada. Desde patatas dulces hasta helados de alubia, existe una gran variedad. También suele haber tiendas normales abiertas en esas zonas, incluso a altas horas de la noche. Es común también que en estos night market haya máquinas de meter dinero para intentar conseguir premios. Muy populares las del gancho, donde puedes encontrar casi cualquier cosa: incluso detergente para intentar coger con el gancho.

En general la comida es bastante barata y se puede comer, sin grandes lujos, por el equivalente a 4€. Se puede comer en uno de los muchos restaurantes que hay por la calle. No se suele pedir bebida al comer. Pero es relativamente fácil encontrar agua, ya que allí muchos sitios tienen agua templada y agua hirviendo gratis. En los templos y a veces por la calle encontraremos máquinas de estas. En esos mismos templos vamos a poder ir al baño de forma gratuita. Además de ser sitios donde podremos tirar la basura.

Y es que en Taiwán no hay cubos de basura ni papeleras como norma general. Solo hay dos cubos: reciclaje y basura y por la noche pasan dos camiones con una canción de música clásica avisando a los vecinos que se acerca el camión. Es responsabilidad de cada vecino tirar sus bolsas en el camión correcto. Por lo que me contaron a veces los camiones se usan para transmitir mensajes de las autoridades al pueblo.

También es común comer en un 7/11 o un FamilyMart. Son tiendas de conveniencia donde podemos encontrar comida preparada, higiene básica, bebidas, prensa, bollería,… Hay muchísimos por todo el país, es casi imposible no caminar y encontrate uno de frente. Casi todos tienen mesas, agua hirviendo, microondas y palillos para comerte la comida que compras directamente allí.

Hablando de palillos, salvo un día que fuimos a un restaurante “occidental”, siempre se come con palillos. Los hay de madera y de metal. Tampoco es común tener cuchillo sobre la mesa, el cuchillo se queda en la cocina.

Existen bastantes frutas y verduras que no son tan comunes en Europa como la guava, la fruta del dragón o el lichi. La guava me parecía una especie de sandía pequeña, de hecho solo me comí la parte roja creyendo que la parte verde estaba dura y no se comía, pero Mario me avisó que se comía todo. El lichi es una fruta que hay que abrir, ya que por fuera está bastante dura, pero dentro es blandita y jugosa.

Existen helados de multitud de sabores. También en Taiwán existen helados hechos de hielo picado sobre los que se le echa sirope, tapioca, frutas o legumbres. Incluso en algún restaurante estos helados te los dejan al fondo para que los cojas por tu cuenta y te los hagas como veas.

Aunque sin duda yendo por las calles es más común encontrarse sitios de Bubble Tea (Boba Tea para los amigos). Como he mencionado anteriormente es té con leche y bolitas negras de tapioca. Existen muchos sabores y se puede configurar el tamaño de las bolas, la cantidad de azúcar y la cantidad de hielo. Al cambio serían como unos 2€. En un intento de reducir la contaminación por su empaquetado, la mayoría de sitios te cobran menos si llevas tu propia botella de bubble tea.

Existe una gran variedad de snacks y refrescos. Recomiendo encarecidamente pasar por una tienda grande y observar la cantidad de snacks más allá de las patatas Lays que uno se puede encontrar. Desde gusanitos sabor mango, caramelos ácidos, pieles fritas de pescado, tentáculos de maíz sabor calamar, carne picante, …

La religión

La religión en Taiwán es bastante interesante. Es una mezcla de diversas creencias y supersticiones.

Podemos empezar por el budismo taiwanés. Se trata de una rama del budismo independiente al budismo tibetano (la del Dalai Lama). Ha tenido varios referentes como Sheng Yen o Cheng Yen. Esta última es la líder la fundación Tzu Chi. Una organización similar a Manos Unidas o Cáritas en el mundo católico.

Un día vino gente de esta organización al centro comuntario. Primero hicieron media hora de estiramientos siguiendo un vídeo. En ese vídeo toda la gente vestida de forma impoluta realizaba los movimientos mientras sonaba de fondo un rezo. Luego les ponían un vídeo donde la maestra Cheng Yen comentaba una historia de Buda, que era explicada con dibujos animados. Finalmente hicieron manualidades con las personas mayores.

Los templos budistas no obstante son independientes y cada uno se organiza a su manera. También existen templos taoístas y la religión popular que sería la mera adoración de ciertos dioses. En Taiwán, Matsu es muy popular. Es una deidad que ayuda a los marineros y siempre se la representa rodeada de un diablillo que ve desde lejos y un diablillo que oye desde lejos. Al ser la población mayoritaria de Taiwán descendientes de emigrantes chinos que llegaron en barco.

Todos los templos tienen una guía de en qué orden hay que rezar. Normalmente supondrá coger incienso y llevarlo por varios sitios, para finalmente depositarlo en un inciensario frente al altar más importante. También se pueden realizar ofrendas o tirar las piedras adivinatorias. Las ofrendas de dinero se hacen con un dinero falso, amarillo pero sellado. Este dinero se lanza al horno que todo templo tiene que tener. De esa forma puede llegar a sus allegados.

El clima

Sólo he estado en Taiwán en verano, el clima era muy caluroso y húmedo y el aire acondicionado es imprescindible. No obstante, aunque había cambios bruscos de temperatura nunca tuve ningún problema. En zonas de bosque la humedad es muy intensa y simplemente por estar ahí mi cuerpo se llenaba de sudor y las gotas se me iban cayendo según iba caminando.

Esto no quiere decir que todos los días sean soleados ya que hay mucho día nublado. En general la gente le tiene mucho respeto al sol e intentan exponerse a él. Irán con paraguas, se meterán por túneles o irán en moto para evitar ponerse morenos.

Durante mi estancia un tifón pasó cerca. Esto provocó una instensa lluvia. Afortunadamente allí los sistemas de desagüe funcionaron bien. No obstante estar unos segundos en la calle equivalía a entrar a una ducha. Como no paraba nos metimos en un museo que estaba cerrando. En el museo querían cerrar pero en vez de echarnos directamente su estrategia fue regalarnos a todos chubasqueros para que pudiésemos irnos.

El idioma

En Taiwán el idioma oficial es el chino estándar, que es chino mandarín, lo que queremos decir cuando solemos decir “chino” a secas. Se escribe en caracteres tradicionales, a diferencia de China continental que usa los caracteres simplificados. No obstante existen otras lenguas chinas habladas en Taiwán. La más popular es el hokkien, a veces llamado simplemente taiwanés.

Recuerdo cuando entramos al karaoke del centro comunitario y había personas mayores cantando las canciones antiguas que les gustaban. Josephine se ralló porque podía leer perfectamente las letras en caracteres tradicionales pero no las estaban pronunciando bien. Tardó un poco en darse cuenta de que las canciones no estaban en mandarín sino en hokkien. Luego efectivamente comprobamos en el libro de canciones de la máquina que había un buen listado de canciones en hokkien.

Viajando por Taiwán es fácil encontrarse con carteles con romanizaciones. El problema es que en Taiwán ha habido varios sistemas de romanizar el chino. Desde el Wade-Giles hasta el hanyu pinyin que promueve el gobierno actual pasando por MPS II y tongyong pinyin. La realidad es que un completo caos porque calles y estaciones que deberían tener romanizaciones parecidas aparecen con romanizaciones diferentes dependiendo de cuándo se hizo esa romanización. Por supuesto, hablando con ellos muchos no se dan cuenta de este detalle porque se fijan en los caracteres directamente.

Para escribir a ordenador se suele usar Zhuyin. El Zhuyin es un silabario de 37 caracteres y 5 indicadores de tono que se diseñó para enseñar la pronunciación del chino. En China continental dejó de usarse en lugar del hanyu pinyin, que cubre las necesidades de romanización y pronunciación. Pero en Taiwán a los niños se les sigue enseñando Zhuyin. Es frecuente ver libros con Zhuyin anotado al lado de los caracteres para que los niños sepan como se pronuncia el caracter. Además en los teclados de ordenador suelen estar pintadas los símbolos del Zhuyin sobre las teclas. En los smartphones existen teclados Zhuyin para introducir los caracteres.

Los taiwaneses estudian inglés de forma obligatoria pero eso no quiere decir que sean fluidos al hablar. Muchos lo estudian simplemente como algo necesario para aprobar.

Como estudiante de chino he de decir que podía entender algunas palabras sueltas, no me pareció un acento muy cerrado. Pero obviamente hablan muy deprisa.

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